El Coach no es igual a una terapeuta pues no trata disfunciones, las aborda como objetivos hacia su máximo éxito. No se ocupa de resolver pesadillas, más bien en trabajar por y para realizar sueños. No estudia y se centra en resolver asuntos del pasado, sino que evoca comportamientos nuevos para el futuro. No investiga resistencias y actitudes negativas, reconvierte sus quejas y excusas en objetivos, y se asocia más al rendimiento que al progreso. El Coach, a diferencia de un Consultor, no necesariamente tiene que ser experto de un tema o sector, no da respuestas pues las provoca, solo da opiniones generalistas contrastadas. A diferencia de un Formador, el Coach evoca cambios para nuestro interior y conducta, en vez de inculcarnos un cambio exterior por los conceptos aprendidos. De un Mentor se diferencia en que no nos guía e impulsa desde su opinión, consejo y experiencia personal, el Coach solo acompaña nuestro querer.
Enrique Asín
Director Coach Medeho